BIENVENID@S A "YO EXPRESO"

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Tengo una de las profesionales más hermosas del mundo: PSICOLOGÍA, y me tomé el atrevimiento de escribir este blog, el cual se denomina "YO EXPRESO", para generar un espacio de compartir temas cotidianos, nuevos o que simplemente necesitamos más información.
Este blog comtempla artículos de opinión y revisión bibliográfica que abordan temas clínicos, educativos y organizacionales.

Creo firmemente en la Psicología como la ciencia que nos ayuda no sólo a llevar vidas con menos malestar, sino también como la herramienta que nos permite vivir con mayor optimismo, gratitud, crecimiento personal y en definitiva, con mayor bienestar.

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sábado, 15 de octubre de 2016

DESARROLLO PSICOSOCIAL DE UN NIÑO

Tener un niño en casa, es sinónimo de alegría y bendición, pero a su vez se acumulan un conjunto de preguntas sobre cómo orientar y sobre todo hacer la tarea de padres muy bien. Uno de los aspectos que el niño tiene dentro de su proceso integral de desarrollo y aprendizaje, es el aspecto psicosocial. Para efectos de este artículo utilizaremos la teoría psicosocial del psicólogo alemán Erick Erikson para describir algunas características importantes del desarrollo.

Erik Erikson describe el desarrollo psicosocial en 8 etapas o fases, pero en esta oportunidad nos abocaremos a las 4 primeras fases que explican el comportamiento social del niño (de los 0 a 12 años). Cada fase o estadío está comprendido por tareas o funciones psicosociales, donde cada progreso funciona a través de un principio epigenético, se establece que cada etapa tiene una base y un orden, sobre ella se van construyendo y agregando más piezas hasta formar un todo para el óptimo funcionamiento del niño. En palabras más sencillas, es como querer armar un rompecabezas y te falta una pieza o tomar otra pieza de otro rompezabezas, de ninguna manera podría obtener el armado correcto. Así cada etapa tiene un tiempo establecido y acelerar/forzar o ser indiferente a las funciones de cada etapa, no ayudaría en el desarrollo del niño, como pretender exprimir naranjas en un exprimidor de limones, el solo intentar hacerlo no obtendríamos los resultados esperados.

Al ir cumpliendo las funciones por cada etapa, el niño atraviesa  “crisis”, lo que comprende el pasarse de un estadio a otro, que bien puede ir en forma ascendente o se produzca un estancamiento o maladaptaciones; las potencialidades y debilidades de cada etapa podrán superarse en la medida el niño obtenga de sus representaciones significativas (padres, profesores y sociedad) aspectos básicos de guía y orientación, de ello tenga como resultado virtudes psicosociales como la esperanza (primer estadio), voluntad (segundo estadio), el propósito (tercer estadio) y la competencia (cuarto estadio) para desenvolverse en su medio.

A continuación, detallaré algunas características psicológicas por cada estadio.

El primer estadío es confianza versus desconfianza -esperanza (comprende desde 0 a 12-18 meses).

  • La tarea consiste en desarrollar la confianza sin eliminar completamente la capacidad para desconfiar.
  • Nace de la sensación de bienestar de sentirse acogido y amado.
  • Es la madre quien deberá proporcionar al niño los cuidados con los que se le transmitirá aceptación y reconocimiento para que sienta al mundo como algo seguro y de confianza.
  • La desconfianza surgirá en la medida que el niño no experimente cuidado, pero que le servirá para generar una actitud de prudencia y actitud crítica de la vida.
  • De la resolución positiva entre confianza y desconfianza, consecuencia de los cuidados y calidez que brinden los padres, surge la virtud “esperanza” que dará como resultado la idea de que las cosas tienen una solución, que la vida tiene sentido y puede enfrentarla.


El segundo estadío: autonomía versus vergüenza y duda – Autonomía (comprende desde los 2 a 3 años).

  • La tarea es alcanzar un cierto grado de autonomía, pero conservando también la vergüenza y la duda.
  • Se da el aprendizaje de la verbalización – de la capacidad de expresión oral, traducidos en auto expresión, libertad motora de poder caminar, coger objetos, el niño explora y manipula su medio, acompañado de orientación y ayuda de los otros. El niño a través de estas acciones adquiere autonomía.
  • La vergüenza y la duda, surgirán cuando hay un excesivo control o acuden de inmediato a satisfacer las necesidades del niño, impidiéndole ser independiente y dudar de sus habilidades, por lo que la capacidad de autocontrol quedaría de lado.
  • De la resolución positiva entre autonomía y vergüenza y duda, surge la virtud “voluntad”, que permite tener la capacidad de querer aprender, decidir libremente y que la determinación de “poder hacerlo” sea equilibrado.


El tercer estadío: iniciativa versus culpa y miedo – propósito (comprende desde los 3 a 5 años).

  • La tarea fundamental es de aprender la iniciativa sin una culpa exagerada.
  • Es la edad del juego, los padres deben alentar la fantasía, curiosidad e imaginación y el entrenamiento de la expresión de sus sentimientos e inquietudes.
  • La iniciativa lo adquiere entre “hacer o no hacer” o “voy o no me voy”.
  • La culpa y miedo, surgirá cuando imagine situaciones futuras producto de sus acciones, como no colocar los juguetes en su lugar, sabrá que mamá o papá se pueden molestar por este acto.
  • De la resolución positiva entre iniciativa y culta y miedo, surge la virtud “propósito”, de buscar metas a través de su iniciativa e imaginación, crear la conciencia moral a través de principios y valores internalizados por sus figuras de ejemplo que son los padres, también conocer las limitaciones de sus actos.



El cuarto estadío: industria versus inferioridad – competencia (comprende desde los 6 a 12 años).


  • La tarea principal es desarrollar laboriosidad a tiempo que se evita un sentimiento excesivo de inferioridad.
  • La industria o laboriosidad acoge instrucciones sistemáticas de los adultos en el ámbito que se desenvuelve ya sea en la familia, escuela; es decir este estadio se presta para la realización de las actividades, funciones, reglas y responsabilidades que se le asigna en el hogar, como también en la etapa escolar. Se motivan la productividad y creatividad, sentimiento de éxito de la satisfacción de llevar a cabo algo.
  • Si el niño se frustra demasiado o no logra mucho éxito, se desarrolla sentimientos de inferioridad, pero depende de los recursos del menor para que lo vuelva a intentar o se defienda.
  • De la resolución positiva entre industria e inferioridad, surge la virtud “competencia”, el cual se desarrolla mediante sentimientos de capacitación, participación en las actividades dispuestas por el colegio o casa, dar inicio a su capacidad científica y tecnológica.



En conclusión, Erik Erikson nos dice que debe existir un ajuste idóneo entre las dos polaridades por cada estadío, ya que cada una, desarrollan características importantes para el crecimiento normal del niño, todo ello abocado a un sentido de equilibrio, de tratar de poner en una balanza las condiciones que permitan al menor no generar un niño sobreprotegido ni tampoco indiferente, abandonado, sino enseñar que las situaciones que atraviesa son útiles para afrontar la vida.

Referencias bibliográficas:

Bordignon, N. (2005). El desarrollo psicosocial de Eric Erikson. El diagrama epigenético del adulto. Revista Lasallista de Investigación, 2(2), pp.50 - pp.63. Recuperado de http://www.redalyc.org/pdf/695/69520210.pdf


Gautier, R. (2001). Erik Erikson. Recuperado de http://webspace.ship.edu/cgboer/eriksonesp.html

Robles, B. (2008). La infancia y la niñez en el sentido de identidad. Comentarios en torno a las etapas de la vida de Erik Erikson. Revista mexicana de Pediatría, 75(1), pp.29 – pp.34.

Imagen extraída de https://www.google.co.ao/search?q=desarrollo+psicosocial&espv=2&biw=1366&bih=662&source=lnms&tbm=isch&sa=X&ved=0ahUKEwjnsfS_2dzPAhVLPxoKHbe8CQMQ_AUIBigB#imgrc=PCcULnrpE4JAYM%3A





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