BIENVENID@S A "YO EXPRESO"

BIENVENID@S.
Tengo una de las profesionales más hermosas del mundo: PSICOLOGÍA, y me tomé el atrevimiento de escribir este blog, el cual se denomina "YO EXPRESO", para generar un espacio de compartir temas cotidianos, nuevos o que simplemente necesitamos más información.
Este blog comtempla artículos de opinión y revisión bibliográfica que abordan temas clínicos, educativos y organizacionales.

Creo firmemente en la Psicología como la ciencia que nos ayuda no sólo a llevar vidas con menos malestar, sino también como la herramienta que nos permite vivir con mayor optimismo, gratitud, crecimiento personal y en definitiva, con mayor bienestar.

Adelante! Espero sus comentarios, porque no hay mejor que EXPRESARSE para saber de ti.

miércoles, 26 de octubre de 2016

TIPS PARA ASFIXIAR AL AMOR

Debatir los vínculos amorosos bajo concepciones irrealistas, absolutistas e irracionales puede convertirlos fácilmente en mitos o formas de ahogar al amor. Y es que el amor puede pasar de ser romántico a experimentar un frenesí de sentimientos de invasión, depresión, hostilidad, celos, ansiedad o de compasión y sin darse cuenta estás envuelto en mitos o creencias irracionales sobre el amor, insano por supuesto, que a corto o largo plazo puede acabar…. Y ahora, ¿cómo te desvinculas?

Suele pasar que es incomprensible como logramos engancharnos con ese compañero (a) inadecuado (a) y nos sumergimos en sentimientos y pensamientos autodestructivos, incapacidad de tomar decisiones y nos vemos perturbados, hacemos muchas preguntas y es difícil poner “punto final” a la relación. Varios de esos pensamientos pueden provenir de las creencias que tenemos como familia, por ejemplo: “el matrimonio es para toda la vida”; otros provienen de las experiencias de la vida algunas no muy gratas que nos hacen tomar un juicio por ejemplo “todas las mujeres son así”.

Bien, he tratado de filtrar 6 pensamientos más comunes que en mi experiencia profesional me ha permitido explicar algunas formas de cómo ahogamos al amor. Veamos algunas de ellas.

El amor verdadero debe durar toda la vida.
¿Toda la vida debe durar el amor? Pues no. En algún momento uno deja de sentir amor o estar enamorado y es muy normal sentirlo.
Esta es un pensamiento incapacitante, tal vez lo ideal en muchas relaciones, pero sí se convierten en una regla de conducta y genera sometimiento absolutista ya que encaja dentro de los “deberías”, atrayendo a tu relación desavenencias, desajustes, es momento de retirarse.  ¿Acaso la mujer que ha sufrido maltrato debe pensar así? Pese a que tu pareja te fue infiel, ¿debe durar toda la vida? Quien dice que debe durar toda la vida, dónde está escrito.

Si te pierdo, ya no podré vivir.
Realmente ¿no podrás vivir? … Otra falacia. Con este pensamiento estoy cancelando darme otra oportunidad, pues ¿acaso no me lo merezco? Solo una relación insana puede hacerte pensar de esa manera. Entendamos que las personas a lo largo de la vida amorosa, son hechos para compartir momentos agradables o desagradables, tales han generado aprendizajes y engrandecernos como personas. Entendamos que escogemos nuestras parejas, así como también podemos dejarlas ir y no por eso sentirnos mal, ya que no son nuestra propiedad.

Es necesario recibir amor todo el tiempo para reconocer que me ama.
El amor no puede ser un acto de condicionamiento. Ni tampoco someterlo a una “lista” o  check list o ir deshojando margaritas para saber que mi pareja me ama. Más allá de supeditarlo a que otra persona me demuestre su amor, es mejor analizar qué estoy haciendo yo para apostar por él o ella.  El amor es recíproco sí, el amor es libre sí.

Eres el único (a) en mi vida y debo arriesgar todo por ti
Claro, si mi pareja quiere que me aviente del quinto piso, pues me arriesgo por ella/él, así de fácil, ¿verdad? Imposible.
Si apostamos por alguien, es justamente porque tenemos conciencia y voluntad que lo que hacemos es para el bien de la pareja (funcionando como un equipo), no para satisfacer solamente sus deseos o caprichos de él/ella, sin importar lo que podamos sentir y por ende salir lastimados.

Debes demostrarme siempre que amas fuertemente solamente a mí.
¿Qué es demostrar que amas fuertemente? ¡Cuidado! A veces los celos insanos pueden jugar una mala pasada. Las demostraciones de amor están basadas en el auto respeto, en palabras más sencillas, tu pareja tiene una identidad y un espacio, “tiene una vida”. Y si asumió un compromiso contigo es porque te ama con el paquete completo, o sea con tus malos ratos y tus buenos ratos.

Si tú no me amas como yo te amo, entonces no me amas.
Entendamos que la pareja tiene derecho a experimentar sus propios sentimientos y conductas con respecto a uno y hay cosas que no puedes cambiar, pero aun así intentas aceptarlo como mejor puedas y a pesar de ello puedes seguir amando.  Las relaciones de pareja no pueden ser vistas como termómetros, sino como conjunto de acciones basados en la sabiduría.

Concluyendo, los pensamientos explicados tienen como origen ser inválidas y falsas. Tal vez si invertimos y nos despojamos de los pensamientos absolutistas de “deberías” o “tendrías que” podríamos ser más funcionales en nuestras relaciones de pareja y cuidar los vínculos que establecemos. Sé que no es fácil, pero si tampoco lo intentas, no podrás saberlo.








sábado, 15 de octubre de 2016

DESARROLLO PSICOSOCIAL DE UN NIÑO

Tener un niño en casa, es sinónimo de alegría y bendición, pero a su vez se acumulan un conjunto de preguntas sobre cómo orientar y sobre todo hacer la tarea de padres muy bien. Uno de los aspectos que el niño tiene dentro de su proceso integral de desarrollo y aprendizaje, es el aspecto psicosocial. Para efectos de este artículo utilizaremos la teoría psicosocial del psicólogo alemán Erick Erikson para describir algunas características importantes del desarrollo.

Erik Erikson describe el desarrollo psicosocial en 8 etapas o fases, pero en esta oportunidad nos abocaremos a las 4 primeras fases que explican el comportamiento social del niño (de los 0 a 12 años). Cada fase o estadío está comprendido por tareas o funciones psicosociales, donde cada progreso funciona a través de un principio epigenético, se establece que cada etapa tiene una base y un orden, sobre ella se van construyendo y agregando más piezas hasta formar un todo para el óptimo funcionamiento del niño. En palabras más sencillas, es como querer armar un rompecabezas y te falta una pieza o tomar otra pieza de otro rompezabezas, de ninguna manera podría obtener el armado correcto. Así cada etapa tiene un tiempo establecido y acelerar/forzar o ser indiferente a las funciones de cada etapa, no ayudaría en el desarrollo del niño, como pretender exprimir naranjas en un exprimidor de limones, el solo intentar hacerlo no obtendríamos los resultados esperados.

Al ir cumpliendo las funciones por cada etapa, el niño atraviesa  “crisis”, lo que comprende el pasarse de un estadio a otro, que bien puede ir en forma ascendente o se produzca un estancamiento o maladaptaciones; las potencialidades y debilidades de cada etapa podrán superarse en la medida el niño obtenga de sus representaciones significativas (padres, profesores y sociedad) aspectos básicos de guía y orientación, de ello tenga como resultado virtudes psicosociales como la esperanza (primer estadio), voluntad (segundo estadio), el propósito (tercer estadio) y la competencia (cuarto estadio) para desenvolverse en su medio.

A continuación, detallaré algunas características psicológicas por cada estadio.

El primer estadío es confianza versus desconfianza -esperanza (comprende desde 0 a 12-18 meses).

  • La tarea consiste en desarrollar la confianza sin eliminar completamente la capacidad para desconfiar.
  • Nace de la sensación de bienestar de sentirse acogido y amado.
  • Es la madre quien deberá proporcionar al niño los cuidados con los que se le transmitirá aceptación y reconocimiento para que sienta al mundo como algo seguro y de confianza.
  • La desconfianza surgirá en la medida que el niño no experimente cuidado, pero que le servirá para generar una actitud de prudencia y actitud crítica de la vida.
  • De la resolución positiva entre confianza y desconfianza, consecuencia de los cuidados y calidez que brinden los padres, surge la virtud “esperanza” que dará como resultado la idea de que las cosas tienen una solución, que la vida tiene sentido y puede enfrentarla.


El segundo estadío: autonomía versus vergüenza y duda – Autonomía (comprende desde los 2 a 3 años).

  • La tarea es alcanzar un cierto grado de autonomía, pero conservando también la vergüenza y la duda.
  • Se da el aprendizaje de la verbalización – de la capacidad de expresión oral, traducidos en auto expresión, libertad motora de poder caminar, coger objetos, el niño explora y manipula su medio, acompañado de orientación y ayuda de los otros. El niño a través de estas acciones adquiere autonomía.
  • La vergüenza y la duda, surgirán cuando hay un excesivo control o acuden de inmediato a satisfacer las necesidades del niño, impidiéndole ser independiente y dudar de sus habilidades, por lo que la capacidad de autocontrol quedaría de lado.
  • De la resolución positiva entre autonomía y vergüenza y duda, surge la virtud “voluntad”, que permite tener la capacidad de querer aprender, decidir libremente y que la determinación de “poder hacerlo” sea equilibrado.


El tercer estadío: iniciativa versus culpa y miedo – propósito (comprende desde los 3 a 5 años).

  • La tarea fundamental es de aprender la iniciativa sin una culpa exagerada.
  • Es la edad del juego, los padres deben alentar la fantasía, curiosidad e imaginación y el entrenamiento de la expresión de sus sentimientos e inquietudes.
  • La iniciativa lo adquiere entre “hacer o no hacer” o “voy o no me voy”.
  • La culpa y miedo, surgirá cuando imagine situaciones futuras producto de sus acciones, como no colocar los juguetes en su lugar, sabrá que mamá o papá se pueden molestar por este acto.
  • De la resolución positiva entre iniciativa y culta y miedo, surge la virtud “propósito”, de buscar metas a través de su iniciativa e imaginación, crear la conciencia moral a través de principios y valores internalizados por sus figuras de ejemplo que son los padres, también conocer las limitaciones de sus actos.



El cuarto estadío: industria versus inferioridad – competencia (comprende desde los 6 a 12 años).


  • La tarea principal es desarrollar laboriosidad a tiempo que se evita un sentimiento excesivo de inferioridad.
  • La industria o laboriosidad acoge instrucciones sistemáticas de los adultos en el ámbito que se desenvuelve ya sea en la familia, escuela; es decir este estadio se presta para la realización de las actividades, funciones, reglas y responsabilidades que se le asigna en el hogar, como también en la etapa escolar. Se motivan la productividad y creatividad, sentimiento de éxito de la satisfacción de llevar a cabo algo.
  • Si el niño se frustra demasiado o no logra mucho éxito, se desarrolla sentimientos de inferioridad, pero depende de los recursos del menor para que lo vuelva a intentar o se defienda.
  • De la resolución positiva entre industria e inferioridad, surge la virtud “competencia”, el cual se desarrolla mediante sentimientos de capacitación, participación en las actividades dispuestas por el colegio o casa, dar inicio a su capacidad científica y tecnológica.



En conclusión, Erik Erikson nos dice que debe existir un ajuste idóneo entre las dos polaridades por cada estadío, ya que cada una, desarrollan características importantes para el crecimiento normal del niño, todo ello abocado a un sentido de equilibrio, de tratar de poner en una balanza las condiciones que permitan al menor no generar un niño sobreprotegido ni tampoco indiferente, abandonado, sino enseñar que las situaciones que atraviesa son útiles para afrontar la vida.

Referencias bibliográficas:

Bordignon, N. (2005). El desarrollo psicosocial de Eric Erikson. El diagrama epigenético del adulto. Revista Lasallista de Investigación, 2(2), pp.50 - pp.63. Recuperado de http://www.redalyc.org/pdf/695/69520210.pdf


Gautier, R. (2001). Erik Erikson. Recuperado de http://webspace.ship.edu/cgboer/eriksonesp.html

Robles, B. (2008). La infancia y la niñez en el sentido de identidad. Comentarios en torno a las etapas de la vida de Erik Erikson. Revista mexicana de Pediatría, 75(1), pp.29 – pp.34.

Imagen extraída de https://www.google.co.ao/search?q=desarrollo+psicosocial&espv=2&biw=1366&bih=662&source=lnms&tbm=isch&sa=X&ved=0ahUKEwjnsfS_2dzPAhVLPxoKHbe8CQMQ_AUIBigB#imgrc=PCcULnrpE4JAYM%3A





viernes, 7 de octubre de 2016

EL “EFECTO H” EN LAS ORGANIZACIONES

Las organizaciones buscan sí o sí generar productividad, por ende, generar valor económico, es como que el ser humano necesita de sangre para vivir, de lo contrario, la vida se acabaría. Pero las organizaciones modernas no pueden reducirse solamente a gráficos, curvas, números, sino que deben tener especial cuidado de sus colaboradores, ya que éstos son los que ejecutan y dan valor a las acciones de la empresa.

El profesor de Centrum Católica, Marcelo Pimentel, manifiesta que las empresas cuentan con dos elementos: los hard skills que son los conocimientos adquiridos y memorizados a lo largo de años de trabajo y formación, mientras que los “soft skills” son las capacidades que tienen las personas para relacionarse mejor y desenvolverse a la perfección en su vida laboral, por ejemplo, las relaciones interpersonales, los estilos de comunicación, motivación, satisfacción laboral, entre otros. Ninguna de las dos es más importante, sino que la suma de ambas cumplen un rol fundamental dentro de las empresas; no podemos tener colaboradores muy técnicos sino están motivados con su labor o tener un colaborador por excelencia con buena capacidad de persuasión sino tiene las capacidades técnicas para desempeñarse como administrador.
Pimentel (2016), manifiesta que recursos humanos deben ser muy minuciosos para identificar las acciones que contribuyen en el individuo y que acciones tienen impacto (económico) en las organizaciones, asegurarse que todos los factores sean administrados para estar desarrollados profesionalmente como individualmente y que exista equilibrio no solo en la parte económica sino también en la parte afectiva.

Y es aquí, este último punto donde indagaremos, la parte afectiva. Cuántas empresas invierten en que sus colaboradores se sientan felices con lo que están haciendo, que al salir de casa, el solo hecho de pensar en su trabajo, sea regocijante… que ese taller u horas de capacitaciones, no solo sea parte de motivarlos intrínsecamente sino también generen el valor afectivo, de conocerse más, de saber que piensan, como es la dinámica de relacionarse, como manejan sus conflictos; no pueden tomarse como desgaste de tiempo y de dinero, sino como una actividad que me generará retorno de la inversión, o llamado por sus siglas en inglés ROI ( Return On investment). Las empresas que aún siguen pensando que invertir en taller es un egreso, déjeme decirles que esa empresa no tiene claro de cómo administrar los planes y estrategias que permitan generar impacto económico.  

Y una de las variables que las organizaciones deben hurgar es como hacer felices a sus colaboradores, ya que es una forma de fidelizarlos, ahorrar tiempo y potencializar sus habilidades para el bien de la empresa. El psicólogo Matt Killingsworth, que investiga sobre el efecto H (Happiness), el factor “felicidad”, manifiesta que tener un auto o una casa son cosas que se esperan generen felicidad, pero no es así. Él manifiesta que “la felicidad tiene que ver con el contenido de nuestras experiencias cotidianas”, con quien compartimos el almuerzo, con que proveedor nos relacionamos más, hasta la forma de saludar de tu jefe, la primera llamada telefónica, entre otros, son acciones que forman parte del día a día.  Otro buscador de happiness Shawn Achor, indica que “el cerebro positivo es 31% más productivo si está positivo”, si experimenta emociones positivas y por ende genera felicidad.

Entonces ¿Cómo genero el efecto H en mi empresa?
La psicología positiva, creada por el psicólogo Martin Seligman, es una teoría que se aproxima a la generación de happiness, el cual se encarga de estudiar científicamente las experiencias positivas, los rasgos individuales positivos, desarrollar las fortalezas de las personas, además de establecer que el sentimiento de felicidad o bienestar es bastante estable y se puede modificar por circunstancias específicas. Según Seligman todas las fortalezas que se practican puede desencadenar emociones positivas, promueven bienestar, esperando resultados positivos en el futuro, a través del control de sus acciones y confianza de sus habilidades o destrezas. Por ejemplo, empezar el día recibiendo una llamada de reclamo, no es lo más gratificante, ¿verdad? y peor aún si dejo que esto “me arruine el día”. Diferente es al recibir este reclamo, tomarlo como parte de la labor y que más allá de maximizarlo es buscar una solución, el pensar de esta manera no solo “no te arruinó el día” sino dio apertura a la creatividad para solucionar un conflicto que mejore las relaciones con el cliente y por ende la eficiencia y eficacia en el trabajo.

Otro aporte que brinda Seligman, es que las organizaciones deben tratar de generar optimismo como efecto de happiness, por lo que se relaciona con las expectativas y creencias de las personas que ocurrirán cosas positivas en el futuro. Viendo el caso anterior, si la persona que recibió la llamada se predispone a que ocurrirá algo malo “me arruinó el día”, pues así será su sentir, pensar y actuar durante el día y podría interferir en el clima laboral de la organización.  Sumado a esto, el psicólogo Shawn Achor, brinda un dato interesante, solo el 25% de la felicidad y el éxito tiene que ver con el coeficiente intelectual, el otro 75% se puede predecirse por los niveles de optimismo, apoyo social y por percibir la presión como reto en vez de amenaza. Entonces las ventajas de felicidad son muchas y desde el punto de vista biológico, están dadas por la cantidad de dopamina que irriga el cerebro cuando somos positivos, porque también activa los centros de aprendizaje, permitiendo adaptarte al mundo de una manera diferente, con creatividad e inteligencia.

Otra forma de generar happiness, es estar presente en cada momento como lo manifiesta Matt Killingsworth. En su reciente investigación Matt creó una aplicación “Track your happiness” (Rastrea tu felicidad). Dentro de los resultados, encontró que un 47% de personas están pensando en algo distinto de lo que están haciendo, usted probablemente esté leyendo esté artículo, pero también esté pensando qué almorzará hoy o cómo llevará a su hijo al colegio, entre otras actividades. En conclusión, todas las acciones están acompañadas de divagación de la mente, el cual se traduce como no concentrarse en el aquí y ahora y por lo tanto causa infelicidad, ya que las personas se quedan pegadas en las preocupaciones, no permitiéndose disfrutar del momento y de la actividad que está realizando. Imagine usted que está conduciendo y hay mucho tráfico, pero en vez de pensar en lo estresante que es el tráfico por qué no pensar en la satisfacción que tendré al llegar al lugar de destino (casa, trabajo). Otros serían mis sentimientos y la incomodidad del tráfico estaría eliminada. Es más, concentrarse en el aquí y ahora, te ayudaría a descubrir y diferenciar que actividades son las que da más satisfacción. A veces actuamos como autómatas.

Por otro lado, el psicólogo Mihaly Csikszentmihalyi, nos dice que no solo basta estar en el presente para tener felicidad, sino que debemos dar importancia y atención a los estados de fluidez, los cuales hacen alusión a los momentos excepcionales que experimentamos en la vida.  La metáfora "fluir" es la que muchas personas han utilizado para describir la sensación de acción sin esfuerzo que sienten en momentos que sobresalen como los mejores momentos de su vida. El fluir tiende a suceder cuando una persona tiene por delante una serie clara de metas que exigen respuestas apropiadas y retroalimentación. 
Cuando una persona está en estado de fluidez, en la conciencia no queda espacio para pensamientos que distraigan ni para sentimientos irrelevantes, y éstas experiencias sirven como imán para aprender, para desarrollar nuevos desafíos. Por el contrario, si solo hacemos cosas deprimentes, es improbable que acabemos viviendo una vida muy feliz. Pero cuando a una persona le gusta lo que hace y está motivada para hacerlo, centrar la mente se convierte en una actividad sin esfuerzo, aun cuando sean grandes las dificultades objetivas. Por ejemplo, si la secretaría disfruta de redactar oficios, organizar la oficina y gestionar los proyectos, será mucho más productiva que una secretaria que ve estas actividades como pesadas o solo lo hacen por una condición monetaria.
Las emociones positivas como la felicidad, la fuerza o la actitud alerta son estados de "negentropía psíquica", porque la energía psíquica puede fluir libremente hacia cualquier pensamiento o tarea en que decidamos ponerla. Cuanto más se parezca a una actividad de flujo, más implicados estaremos y más positiva será la experiencia.

Para finalizar, la calidad de vida no depende sólo de la felicidad, sino también de lo que uno hace para ser feliz. Si muchas personas no tienen idea de cuáles son los componentes de su propia vida de los que realmente disfrutan, es momento de ponerse a pensar.


REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Achor, S. (mayo de 2011). El feliz secreto para trabajar mejor {Archivo de video}. Recuperado de https://www.ted.com/talks/shawn_achor_the_happy_secret_to_better_work?language=es#t-715936

Csikszentmihalyi, M. (1998). Aprender a fluir. Barcelona: Editorial Kairós.

Contreras, F. y Esguerra, G. (2006). Psicología positiva: una nueva perspectiva en psicología. Diversitas: Perspectivas en Psicología, 2(2), pp.311-pp-319.

Killingsworth, M. (noviembre del 2011).  ¿Quieres ser más feliz? Permanece en el momento {archivo de video}. Recuperado de https://www.ted.com/talks/matt_killingsworth_want_to_be_happier_stay_in_the_moment?language=es#t-590449


Pimentel, M. (09 de junio de 2016). ¿La Felicidad Individual Aporta a las Empresas? - CENTRUM TV {archivo de video}. Recuperado de https://www.youtube.com/watch?v=xeTBZv5MtwA

viernes, 30 de septiembre de 2016

EL AMOR EN TIEMPOS DE SELFIES

Definir al amor resulta una tarea de nunca acabar, no porque el amor sea complejo, sino porque nos encontramos ante una palabra tan profunda y sublime, que abarca muchos espacios de la vida (amor a mi profesión, amor a mi patria, amor a la vida, etc ) como también toca el alma de muchas personas (amor de padres, amor de pareja, amor de hijos, etc). Debido a su vasto contenido para definirla nos abocaremos en esta oportunidad al amor de pareja.

El amor en tiempos de selfies, título de este artículo, definición de “selfie” como neologismo del inglés, empleado para referirse a una autofoto o autorretrato hecho por uno mismo, responde a una percepción de la realidad que el ser humano en su afán de autoafirmarse se muestra compulsivamente ególatra, narcisista de su imagen, intereses, deseos, centrado en sí mismo, significados que el Dr. Leopoldo Chiappo, lo define como desamor, a aquella forma en que se pierda la intensidad de la vida y da lugar al  enclavamiento psíquico demostrado en angustia, posesividad, destrucción y realizar acciones forzosas, no bajo la intencionalidad ni la voluntad sino bajo el poder posesivo e imperativo.

¿Acaso el amor responde a una condición? El sexólogo Marco Aurelio Denegri en uno de sus magníficos soliloquios, manifiesta que el que tiene capacidad de amar, se ajusta al amor incondicionado, entendiéndose al amor como un devenir. No puedes manifestar a tu pareja, si haces esto o aquello entonces me amas, o tener que entregar algo a cambio para demostrar que ama,  tal se convierte en un amor interesado o instrumental, en palabras de Chiappo (2002) define al amor instrumental, como una falsificación del amor por medio de actos que solo tengan satisfacción personal, subjetiva y de aprovechamiento, que subyacen caretas para encubrir el propósito interesado y manipulador. “La persona renuncia a su integridad, se convierte en un instrumento de alguien o algo exterior a él” (Fromm, 1996). Entendamos que el amor es un arte como diría Erich Fromm, porque es una construcción del día a día, imagine usted pretende que su jardín florezca, pero si no abonamos la tierra, no regamos, no cultivamos la maleza, jamás crecerá y peor aún embellecerá. Algunos podrían decir, la rutina mató el amor, considero es otra falacia, es muy cómodo para el ser humano no asumir un compromiso y una manera de no asumir responsabilidad, a veces nos resulta más fácil encontrar justificaciones para evitar cobardemente el deber, porque tenemos miedo o simplemente no sabemos amar. En palabras de Ortega y Gasset, el amor es un eterno insatisfecho, ya que el amor es actividad, no asume un carácter pasivo, sino yo voy hacia el objeto (persona) para que sucedan las cosas, pero no como un deseo sino con el fin de amarlo, ya que el deseo elimina el fin sentimental, convirtiéndolo en posesión… usted puede desear tener un auto, pero no está amando tener un auto. Podemos desear muchas cosas, pero no amarlas.

Según el psicólogo Erich Fromm, el amor implica ciertos elementos claves para desarrollarla: cuidado, responsabilidad, respeto y conocimiento.

El cuidado como la preocupación activa por la vida y el crecimiento de lo que amamos, ya que el amor se hace todos los días, el día que el amor se detiene empieza a morir (Denegri, 2010); el amor y el trabajo son inseparables, ya que se ama aquello por lo que se trabaja, y se trabaja por lo que se ama. Recuerda que al amor no es algo gratuito, sino que tiene que ser elaborada y producida y de por medio existe un esfuerzo. No puedes decir que amas a tu pareja si le eres indiferente ante una enfermedad o te muestras insensible ante los pesares del estrés laboral.  Todo esto es un acto enteramente voluntario o sea lo que hagas lo haces queriendo, ya que responsabilidad no denota deber, sino capacidad de querer responder ante las necesidades expresadas o no de otro ser humano, responder frente a sus necesidades psíquicas de tu pareja. Sensibilidad ante una expresión de tristeza o compartir una alegría. Por otro lado, el elemento respeto, es la capacidad de ver a una persona tal cual es, tener conciencia de su individualidad única. Es expresar preocupación porque la otra persona se desarrolle, crezca en su propia forma y no para servirme… es una forma de unirme a ella/él tal cual es, dejando de cosificarlo. Recuerde, que al unirse con una persona te unes con toda su historia de vida y este se refiere creencias, personalidad, enfermedades, estilo familiar, etc. Es mentira pensar que “con el amor, lo haré cambiar”, si un ser humano se siente a gusto con su ser, nada motivará un cambio… vivir esperanzado que va a cambiar, es vivir en una utopía.   Pero respetar a una persona sin conocerla, no es posible; la guía es el conocimiento; en el acto de amar tengo que conocer a la otra persona y a mí mismo objetiva mente, para poder ver su realidad, o, más bien, para dejar de lado las ilusiones, mi imagen irracionalmente deformada de ella, es decir ver a la otra persona en sus propios términos, identificar tal vez que la cólera, no sea en sí “cólera”, sino detrás de eso existe una manifestación más profunda como una persona que sufre, que se siente sola, o culpable. Marco Aurelio Denegri, agregaría que el amor no es ciego…el amor es présbita, porque cuanto más conocemos o se aleja recién vemos los defectos, vemos la realidad. 

“Cuidado, responsabilidad, respeto y conocimiento son mutuamente interdependientes. Constituyen un síndrome de actitudes que se encuentran en la persona madura” (Fromm, 1956); aquella persona que ha renunciado al amor en tiempos de selfies, a los sueños narcisistas de omnipotencia, que ha adquirido humildad, apertura, capacidad de dar y sabiduría como fuerzas interiores para transformar su vida y la de su pareja, ésa es aquella persona que tiene capacidad de amar. El amor reflexivo basado en la sabiduría, en su creciente evolución, trabaja en el reconocimiento de sus emociones, es cuidadoso, atento a las experiencias de su vida y la practica. Es que el amor no se desenvuelve ni fructifica si es que no es correspondido como menciona Denegri, citando al psicoanalista Theodor Reik, ya que todos tenemos potencial para amar, pero no todos lo activamos y desarrollamos adecuadamente. Lo no adecuado sería convertirlo en un amor pegajoso, unimismado, masoquista, sádico. Fromm, describe las dos formas: el masoquista, descrito como dominado, explotado, humillado, lastimado y el sádico, es el que ejerce el acto de humillar, dominar, explotar y lastimar, ambas formas patológicamente, escapan al no soportar el estado de aislamiento, soledad, separatividad, de estar aprisionado. Ninguna de las dos puede vivir sin la  otra.  En ambos casos, carecen de la capacidad de amar.

Y tú, ¿estás preparado para amar? o estás amando.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:

Chiappo, L. (2002). Psicología del amor. Madrid: Biblioteca Nueva

Denegri, M. (21 de octubre del 2014). El Anhelo de Cambiar al Otro. Los Tres Mordientes para Cualquier Acción Eficaz {archivo de video}. Recuperado de https://www.youtube.com/watch?v=L173AnupH_g

Denegri, M. (13 de abril del 2014). La Capacidad De Amar. La Espiritualización del Impulso Sexual. Sex appeal archivo de video}. Recuperado de https://www.youtube.com/watch?v=u8e8qo2ozYc


Fromm, E. (1996). El arte de amar. Barcelona: Paidos.

jueves, 22 de septiembre de 2016

PADRES MODERNOS DEL SIGLO XXI

Hoy en día hablar de la educación de los hijos se ha convertido en un tema muy importante y controversial, no solo por la crisis que hemos venido experimentando por los cambios vertiginosos que tiene nuestra sociedad mencionaremos al uso de la tecnología y otros, sino también porque los padres no tienen tiempo para darse con sus hijos…últimamente tenemos a padres miedosos, deseosos de aceptación y ansiosos para obtener el diploma de honor como el “padre chévere”. Sería más cómodo para nosotros como progenitores tener un manual con instrucciones de cómo ser padres, pero esto es pura fantasía, nadie nos enseña a ser padres y en este proceso podemos cometer varios aciertos, como también muchas equivocaciones y es algo muy normal.


No es posible que un niño de 2 años y medio, apenas 95 centímetros, termine por su berrinche en un niño de 2 metros para poder ganar una galleta, un helado o ver un televisor. Los hijos ya saben cómo manejar a los padres y un hijo es desobediente cuando puede ser desobediente. Cuando un niño escucha un “no” es ¡no!, puede hacer berrinche unos 5 minutos … enseguida se seca las lágrimas que jamás le salieron, se tranquiliza y ejecuta el acto. Los hijos pueden actuar manipuladoramente cuando se les genera el espacio. Si usted le da el espacio de romper reglas, ¡lo hará! como por ejemplo darle su vehículo, sabiendo que no pueden conducir sin licencia y encima enseñarle los caminos trucos para llegar a su destino, le está enseñando a ser tramposo, y usted no puede ser contradictorio de sus mismas reglas. Tampoco el colegio es el responsable, usted tiene toda la autoridad de educar a sus hijos. 


Ante el temor de lo arriba mencionado, me permite concluir que los padres modernos del siglo XXI carecen de certeza, convicción y firmeza y educan en base a opiniones, para caer simpáticos. Es que el terror ha cambiado, ahora el padre tiene terror a los niños “muy bien informados” sobre qué hacer y es más se dan el lujo de darles algunas sugerencias sobre su comportamiento como padres… recuerdo un caso de una madre que me decía “le dije que no la dejaría ir a la pijamada el fin de semana y me dijo que me denunciaría por ello” … ¿en qué planeta estamos? Si usted ya cedió ante este tipo de petitorios, déjeme decirle que no es su hijo el que tiene problemas, como tantos  motivos de consulta que visitan en el consultorio, sino es usted que está más cerca de empezar sesiones de terapia.

Y esto produce muchas inconsistencias en el proceso de educar a los hijos, una tarea nada fácil y a largo plazo, ya que debe entenderse que la expresión de límites es una función netamente formativa para perfilar el comportamiento; actualmente todo lo que suena a disciplina es sinónimo de ser antiguos, de generar traumas, de ser malos.
Como parte de mi experiencia profesional, logré clasificar algunas inconsistencias más comunes entre los padres, las cuales mencionaré:

  • Los padres tienen que ser amigos de los hijos. No confundamos, una cosa es que tengas confianza y entables una buena conversación con ellos, que no es algo nuevo en el deber de ser padres y otra muy diferente considerarlo tu amigo. Padre y amigo, están en diferentes niveles de relación. Yo como padre o madre siempre ejerceré respeto y autoridad sobre el comportamiento de mi hijo, algo que no haces con un amigo. No pretendamos caer en espejismos de quedar bien con los hijos o ante la sociedad como el “buen papá o mamá” y nos engañemos expresando “soy el mejor amigo de mi hijo”.


  • Pedir opinión a mi hijo constantemente. Tanto así que cualquier reunión en casa, parece debate del congreso, donde todos opinan. Dígame usted ¿acaso tus hijos solucionarán los últimos problemas económicos que tiene con el banco? O preguntarle ¿qué deseas comer hoy?, claro, es que tu hijo te pedirá comer ensalada de verduras con puré de espinacas, ¡pues no! Hay decisiones en casa que los hijos no deben y no les conviene opinar, pues se come ensalada de verduras porque es saludable, así de simple. Claro está que a los hijos se les comunica las decisiones del hogar para que en función a ello se adapten a los nuevos cambios que podrían suscitarse. 


Otro aspecto indiscutible dentro del hogar son las delegaciones de responsabilidades; usted no puede charlar con su hijo sobre el horario de arreglar su habitación o la hora de cultivar el jardín o las horas de llegada a casa o el planchado de la ropa o cuándo y por cuánto tiempo puede usar el teléfono o cuándo tiene que hacer las tareas o cuándo puede usar la computadora y para qué, etc. Entiéndase que otorgar responsabilidad a su hijo, le está enseñando primero que todos contribuyen al hogar; segundo, lo está preparando para su supervivencia, imagínese un adolescente que todavía la mamá le esté haciendo la cama … la responsabilidad es positiva, es un principio para sí mismo, es valorar el goce y el placer de hacer actividades para la vida y por lo tanto lo que prepara para la vida no puedes hacerlo con desagrado, y tercero involucra respeto sobre las órdenes que dieron los padres, por lo tanto, el hijo debe cumplir.

  • Debo cuidar la autoestima de mi hijo y manifestarle siempre que es el mejor: No pueden crear hijos ególatras, narcisistas y encapsulados, reforzados por la idea que todo lo que hace está bien, aun sabiendo que el hijo en el concurso de matemáticas quedó en el último puesto o en el examen de oratoria su calificación fue una “C”. Decirle a tu hijo que “lo hiciste mal y puedes mejorar” no estarás cometiendo un crimen, muy al contrario, le estás mostrando una realidad del hecho y que en base a ello puede canalizar todas sus habilidades para mejorar. De lo contrario de donde adquiere la perseverancia, el empuje para saber que en la vida existen adversidades, el mundo no es color rosa, sino que tienen sus colores grises y el ser humano tiene toda la capacidad para salir de un problema siempre y cuando perciba que algo no está bien, no en base a una mentira de creerse que “todo lo hace bien”. 


  • No permitimos que los hijos se aburran. Nos hemos convertido en padres que entretenemos niños. Y esperamos el fin de semana para generar la famosa pregunta ¿a dónde vamos? Es que ahora los padres tenemos como una ley salir los fines de semana, caso contrario somos sancionados. Compartamos viendo una película, visitando a los abuelos, leyendo, haciendo un juego de mesa, haciendo manualidades, paseando a la mascota, etc. Y es que el aburrimiento es toda una fortaleza, ya que sirve para generar la creatividad. Como padres les conviene ver aburridos a sus hijos, de esta manera utilizan todos sus recursos y habilidades internas y renuncien a esa zona de comodidad para generar espacios de innovación y echen a volar su imaginación. 


Los padres no son magos para dar soluciones, hay que preparar a los hijos para la vida y que asuman las consecuencias de sus actos. Hay que generar cultura y generación de hábitos y hobbies productivos. Y esto me lleva a recordar todo el marketing que nos venden los talleres/programas que ofrecen los negocios en vacaciones. Pues a tu hijo que tiene dos pies izquierdos lo matriculas en una academia de fútbol (curso que durará dos meses aproximadamente) y pretendas que sea el último astro de las canchas … ¡fatal error! Los padres deben ser muy observadores de las habilidades y destrezas que tienen sus hijos… no pretendamos que con un taller de dos meses pueda adquirir una habilidad. Sean sinceros y reconozcan que sus hijos como todos los seres humanos tienen sus fortalezas y debilidades. Mejor estaría matricular a tu hijo en una habilidad que sí posee, ya que en el tiempo previsto es más fácil que se desarrolle y sobre todo que disfruten con lo que están haciendo. Recuerde que, al disminuir la expectativa de una actividad que posiblemente fracasará, pueda generar ansiedad o sentirse frustrados por su menor desenvolvimiento.

  • Tecnología, videojuegos, móviles: y aquí quiero mencionar a los celulares, computadoras, tablet y todo objeto electrónico que hace de su hijo un robot. Y es que a través de una máquina puedas expresar todas las “caricias tecnológicas” posibles. Resulta curioso ver a un niño que establezca una conversación y escriba “ja ja ja” pero no refleje ningún gesto facial corporal, por ende, una inexpresión de emociones. El régimen emocional tecnológico es sobre todo un régimen de intensidades emocionales, en el que importa la cantidad de emoción, por ejemplo: la generación de la cantidad de “me gustas” en una publicación que hasta podría condicionar su estado de ánimo ya que menor número de "me gustas", su respuesta inminente podría ser sentimientos de abatimiento, tristeza o buscar ansiosamente otra publicación en el cual pueda reivindicarte para generar sentimientos de bienestar y satisfacción, de esta manera influye en su propia identidad el cual está sujeta a lo que pueda mostrar a los demás y recibir aceptación. 


Los videojuegos por su parte también forman parte de los diferentes estudios donde la violencia y las emociones actúan conjuntamente en el contexto afectando su capacidad de comunicación y construir relaciones interpersonales, por la imitación de conductas lo que en psicología llamamos aprendizaje vicario. El juego estructurado y la necesidad de ganar y obtener más puntos, acompañan sentimientos generadores de mucha ansiedad, por consiguiente, pueden cobrar las horas de sueño o focalizarme sólo en la actividad lúdica, desechando sus responsabilidades serían algunas de las consecuencias. 

Los padres tampoco deben dejarse llevar por la “cultura del envase”, generar las compras desmesuradas sin importar disfrutar de la vida o crear la necesidad de poseer los últimos aparatos electrónicos, enseguida aparece la otra versión y seguir comprando. Los riesgos de esta pauta educativa es que en el futuro podrían repetir esta conducta (de lo desechable) en su vida, a no valorar las cosas, no las reparan “si no sirve se compra otro”.

Generando reflexión, me gustaría que se pregunten ¿Cuántas horas al día su hijo hace uso de aparatos tecnológicos? o ¿cuántos aparatos tecnológicos posee? Creo que la pregunta también estaría enfocada a usted, ¿verdad? Bueno, este será un tema que lo abordaré en otro artículo.

Y, por último, es propicio generar en sus hijos situaciones más trascendentales en su vida como aprender a pedir perdón, a decir gracias o hacer uso de la espiritualidad (sin fanatismos), direccionar su vida para sentirse bien consigo mismo, buen prospecto para la sociedad y sentirse sobre todo felices.

jueves, 15 de septiembre de 2016

6 PASOS PARA “HABLAR CON SIMPLEZA” EN LAS ORGANIZACIONES.

La comunicación efectiva es una necesidad de toda organización. Es un proceso sistemático y bidireccional (ya que hay un intercambio de datos, información, conocimientos con otras personas, y por lo tanto es un proceso de ida y vuelta) e involucran muchos procesos dentro de él para que surja la comprensión como tal. Uno de los procesos activos es la escucha activa, el cual involucra no solo escuchar lo hablado sino evaluar el contenido del receptor, escuchar y responder a los sentimientos, ser sensibles a las expresiones verbales y no verbales, etc.

“Hablar con simpleza” como denominamos a este artículo no es más que establecer en palabras sencillas lo que queremos comunicar, no porque sea menos importante o no estructurada, sino que debemos “dejarnos entender” por nuestro interlocutor y las organizaciones no están ajenas a esto.
Observen la siguiente imagen.



Figura 1: Mensaje que revela la distorsión de la comunicación. Extraìdo de https://www.guioteca.com/humor/los-mejores-chistes-que-alegraran-tu-jornada-laboral-en-el-templo-del-trabajo/

Gracioso, ¿verdad? Para el colaborador significa el reconocimiento de su trabajo “impagable”, sin embargo, para el jefe es la explicación a su situación actual. Pero esta caricatura, es más que una realidad el cual se da en varios aspectos de la vida por mensajes distorsionados, suele pasar cuando estamos en pareja, con nuestros hijos, pero esta vez nos abocaremos a las organizaciones y puede tener consecuencias si es que no existe la devolución y el aclaramiento de ideas.

Las organizaciones son sistemas abiertos, porque están en constante intercambio de información con su medio. Y es así que la retroalimentación es una propiedad importante de los sistemas abiertos.
El concepto de retroalimentación procede de la cibernética, se utiliza para explicar cómo una máquina corrige su propio funcionamiento para cumplir un objetivo. Las metas tienen una entrada y salida, donde la información que sale reingresa permitiendo al individuo hacer una evaluación de su situación actual y compararlo con el estado ideal. En un ejemplo concreto para elaborar una torta (sistema), necesitarás contar con los ingredientes (entrada), se realiza el proceso de preparado que incluye las mezclas de las sustancias y ponerlo al horno; finalmente la salida será el resultado, la torta ya terminada. La retroalimentación es chequear que la torta cumpla las características de estar esponjosa, suave y tenga buen gusto.

Probablemente este proceso sea más complejo cuando hablamos de personas, ya que estamos ante un sin número de colaboradores con diferentes personalidades, motivaciones, etc. No será difícil si tenemos claro lo que queremos comunicar.
Para ayudarnos de este proceso, daremos algunas aportaciones de lo que significa la retroalimentación o feedback:
  • Es un proceso que ayuda a procesar información, sobre las competencias; permite conocer al colaborador cómo es su desempeño y cómo puede mejorarlo en el futuro, mostrándole en el cumplimiento de sus actividades y lo que la organización espera de él. Es como que un individuo tendría un espejo de lo que está haciendo o de cómo se está comportando.          
  • Es considerado también como requisito del cambio de comportamiento y del aprendizaje, ya que genera control sobre los resultados reintroducidos del desempeño del empleado en el pasado. Si el retorno de la información tiene impacto efectivamente en el sistema cognitivo- emocional del individuo, modificará su comportamiento. De esta manera se genera el aprendizaje.
  • Es una actividad que puede convertirse en una herramienta como ventaja competitiva, sin embargo, su uso se ha tergiversado del verdadero propósito debido a que le han dado mal uso.
  • Es compartir con una persona o un grupo de ellas, las sugerencias, preocupaciones y observaciones identificadas en algún acto o proceso con el fin de mejorar su funcionamiento.


Jack Stahl, presidente de Revlon y ex presidente de Coca-Cola, propone un modelo de seis pasos para que el proceso de retroalimentación sea más eficaz y simple:

  1. Valorice al individuo: comience la conversación reconociendo las fortalezas y su contribución del empleado a su equipo y a la organización. En esta etapa es importante tanto el jefe como el colaborar tengan claro las metas y expectativas que tiene sobre su desempeño. Y es recomendable que de ser posible las sesiones se realicen de manera presencial.
  2. Pida a la persona identificar sus desafíos más grandes: estimule a su empleado a evaluar su propio desempeño, sus puntos fuertes y sus problemas. Eso le ayudará a identificar áreas en las que usted puede proporcionar adiestramiento.
  3. Ofrezca una precisa retroalimentación en tiempo y espacio, de esta manera puede corregir en el momento y mejorar sus resultados de inmediato, es por eso que retroalimentar debe ser algo sistematizado o establecido como norma y debe ser oportuno. Debe tratar de busca que todo lo que se revise en la reunión esté en base a hechos, para mantener la objetividad y la manera más sencilla de hacerlo es a través de describir lo que sucedió y citar ejemplos específicos y de información validada para que no quede espacio para la duda o los malos entendidos.
  4. Póngase de acuerdo sobre las áreas que necesitan ser desarrolladas: el objetivo de este paso es concentrarse en el desarrollo del colaborador, a fin de generar aprendizaje y mejoras, la persona tenga posibilidades de modificar y generar nuevas destrezas específicas y encuentre sus áreas de oportunidad en las que puede trabajar (retroalimentación positiva).
  5. Póngase de acuerdo sobre los beneficios de mejorar la tarea: aquí la motivación del colaborador cumple una función muy importante para el desarrollo de este paso. El vínculo con el colaborador es trascendental, porque ésta ayudará a determinar que el colaborador ejecuta las tareas. Se debe hacer énfasis en que el colaborador puede cambiar o mejorar.
  6. Comprometa su respaldo y concluya: finalmente reafirmar hacia el colaborador su confianza y generar las conclusiones del proceso de retroalimentación.

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Finalmente, no podemos dejar de lado que las características del líder son muy importantes para desarrollar el vínculo adecuado con el colaborador y por ende la retroalimentación. Si el jefe o líder es una persona con poca credibilidad o es autoritario, probablemente los pasos expuestos no podrán ser ejecutados a cabalidad. A veces lo simple, puede ser mucho más efectivo para entablar un diálogo, que generar posturas distantes.

Referencias bibliográficas.
  • Avila, P. (2009). La importancia de la retroalimentación en los procesos de evaluación. (Tesis de maestría). Universidad del Valle de México, Campus Querétaro. Recuperado de http://148.208.122.79/mcpd/descargas/Materiales_de_apoyo_3/Avila_retroalimentacion.pdf
  • Diaz, A. y Victoria, M. (2001). Retroalimentación y dinámica cognitiva-emocional. Psyque, 10(1), pp. 147-153. Recuperado de  http://www.psykhe.cl/index.php/psykhe/article/view/407
  • Iglesias, E. Seis pasos para una efectiva retroalimentación. Recuperado de http://www.psicologosorganizacionales.net/2007/08/seis-pasos-para-una-efectiva.html
  • Vasquez, C. (2010). Comunicación efectiva. Exégesis, 5(1), pp.51-57.
  • Watzlawick, P., Beavin, J. y Jackson, D. (1991). La teoría de la comunicación humana. Barcelona: Herder.






viernes, 9 de septiembre de 2016

LOS AUTOENGAÑOS DE LA MENTE.


A lo largo de la vida estamos expuestos a diversas situaciones agradables o desagradables, que tomarán significado según como nuestra atención la perciba.

La atención nos permite recolectar la información necesaria para la existencia, ya que define el objeto de nuestra percepción. Toda información que está ajena de nuestra conciencia, se convierten en lagunas mentales (derivado del vocablo latino “lacuna” que significa hueco o intervalo) y por ende generan “puntos ciegos”, agujeros negros, distorsiones de la realidad, autoengaños de la mente, que desvían nuestra atención al hecho real o es una forma sencilla de desconectarnos de la percepción del dolor. Una laguna pues es un mecanismo de defensa que crea un hueco defensivo en nuestra conciencia y genera un punto ciego. En palabras más sencillas, el autoengaño o punto ciego son formas de falsear la realidad para evitar el dolor.

¿Pero cómo nuestra atención filtra y selecciona cada momento de la información? ¿Cómo opera en nuestro cerebro?
La estructura del cerebro proporciona un modelo para comprender los mecanismos neuronales que determinan la respuesta a los diferentes tipos de dolor, desde la tensión psicológica hasta la ansiedad social. El córtex, la adquisición más reciente del cerebro humano, una de sus funciones más importantes consiste en seleccionar y filtrar el abrumador exceso de información que se da a través de los sentidos. El cerebro dispone de la capacidad de matizar nuestra percepción del dolor y una de las formas es utilizando como mecanismo neurológico a los opioides (receptores cerebrales que reducen el dolor), un opioide conocido es el neurotransmisor “endorfina”, que provoca bienestar y una respuesta analgésica. 


La tensión psicológica puede desencadenar la misma respuesta cerebral que el dolor físico. En el entorno natural, el dolor está ligado al estrés, cuya esencia es la amenaza. Hans Selye, creó la “respuesta de estrés” y “síndrome de adaptación general” que son modificaciones neurofisiológicas que experimenta el cuerpo en respuesta a una lesión, una amenaza de dolor o las meras vicisitudes de la vida. La respuesta de estrés es una reacción universal del cuerpo ante cualquier clase de amenaza y peligro. Cuando una persona percibe una posible situación estresante, el cerebro ordena al hipotálamo la liberación de una sustancia denominada CRF («factor de liberación cortical»), que llega hasta la pituitaria y provoca la secreción de ACTH (hormona adrenocorticotrópica) y de opioides (particularmente endorfinas).

Cualquier dolor físico o mental, el cerebro está preparado con un sistema para modularlo. El cerebro, pues está diseñado de tal modo que el alivio del dolor dependa de su misma percepción.

¿Cómo interactúa el dolor y la atención?
La interacción entre el dolor y la atención, da lugar a la hormona adrenocorticotrópica (ACTH), que muestra un efecto opuesto al de las endorfinas y que ambas son liberadas ante una respuesta de estrés (ambas actúan bajo un mismo equipo neuroquímico). Así las endorfinas mitigan el dolor, facilitando la negación de la situación dolorosa; mientras que el ACTH tiene un efecto contrario ya que éste mejora la atención y bloquean las acciones de las endorfinas o mejor dicho funciona como un modulador de las acciones de éstas. El ACTH actúa durante los primeros 30 segundos en una situación de alarma y las endorfinas se manifiestan al cabo de 2 minutos.  En la primera nos advierte y alarma del peligro, en la otra posibilita la sensación dolorosa. Una prueba más de la complejidad del funcionamiento de nuestro cerebro.

Ahora les planteo un ejemplo: Supongamos que usted saliendo del trabajo tiene un fuerte dolor de estómago. Y llega a su casa y ve que se está incendiando. ¿Cuál es su reacción? ¿Será concentrarse en el dolor de estómago? No ¿verdad? Lo que usted probablemente haga es tratar de apagar el incendio de inmediato. Este es un ejemplo concreto, donde usted elige si ir a apagar el incendio o quedarse mirando impotente el hecho. Pero el sufrimiento psicológico es algo mucho más complejo… los problemas económicos, duelos o tener un hijo drogadicto, etc., la huida o escape serían las peores soluciones psicológicas, los cuales generarían consecuencias graves.
Dentro de las consecuencias experimentará los bloqueos mentales y comportamentales, que están asociados a la ansiedad.  La ansiedad es la activación desproporcionada con respecto a la tarea que debo ejecutar, es el monto extra de energía que utilizo y por ende no se da una respuesta adecuada. De esta forma la atención queda atrapada impidiendo que la conciencia se fije en otras cosas. Según el psiquiatra Mardi Horowitz, existen ideas, pensamientos y sensaciones dolorosas incontrolables que resultan difíciles de disipar y poner ver claramente el evento estresante, al cual lo denominó “intrusión” que está estrechamente ligado a la ansiedad. Aquí algunas formas:
  • Arrebatos de emoción como sensaciones espontáneas y súbitas, reacciones de sobresalto, quedarse “en blanco”.
  • Preocupaciones y pensamiento obsesivos como ideas intrusivas y persistentes.
  • Hipervigilancia. Estado de alerta y búsqueda desproporcionada que genera una tensa expectativa.
  • Trastornos del sueño como insomnios, pesadillas, etc.

Richard Lazarus, señala que el estrés aparece cuando las demandas del entorno desbordan y no se trata que la situación sea abrumadora, sino es la interpretación que le damos (valoración cognitiva de los acontecimientos). Por ejemplo, el despido del trabajo puede ser visto como un problema o como una oportunidad para demostrar mis talentos y capacidades. Osea, la amenaza de un problema es netamente subjetiva, ya que lo que importa no es el suceso sino el significado que le confieren y éstas pueden desencadenar una serie de respuestas emocionales, desde el enfado hasta la depresión.
Después de experimentar un evento estresante, que se traducen en negaciones del evento, algunas reacciones propias del autoengaño, según el psiquiatra Mardi Horowitz, son: 

  • Evitar las asociaciones (impedir toda asociación que tenga que ver con el evento en cuestión).
  • Insensibilidad (la sensación de no tener sentimientos).
  • Disminución de la atención (imprecisión o imposibilidad de centrarse en la información relevante).
  • Ofuscamiento (entorpece el estado de alerta).
  • Pensamiento constrictivo (menor flexibilidad mental)
  • Memoria imprecisa (incapacidad de recordar hechos o sus pormenores).
  • Rechazo (afirmar o rechazar que los significados evidentes no son tales).
  • Bloqueo mediante la fantasía (evitar la realidad acerca de lo que podría haber sido o lo que sería en el futuro). 

¿De qué manera la información queda registrada en la mente?

La etapa del proceso de información, después de la percepción, pasa por un sistema de memoria, transforma las sensaciones en recuerdos al mismo tiempo que las registra y las transmite.  La impresión inmediata y efímera se denomina memoria sensorial (ejemplo, haber visto una película y tener registrado cada escena). Para que un recuerdo pueda aflorar a la conciencia debe pasar desde el sistema de la memoria hasta el dominio que él denominaba inconsciente. Pero el material precedente del inconsciente debe atravesar antes por una región a la que se llamó pre-consciente (olvidos) y ésta constituye la apertura a la conciencia.
La información procedente del inconsciente, no llega en forma gratuita, sino que debe atravesar cierta evaluación antes de llegar a la conciencia. Según el psicoanalista Sigmund Freud existen dos tipos de censuras/evaluaciones: la primera impide que los recuerdos inaceptables penetren en el preconsciente (la información amenazadora puede llegar al preconsciente y luego a la conciencia), mientras que en la segunda ubicada entre el preconsciente y consciente actúa como válvula de seguridad (eliminando los hechos que no pueden afrontarse fácilmente a través de los olvidos).



Posteriormente la memoria a corto plazo, pasa un filtro selectivo (función de embudo), quedando tan solo lo que requiere una atención más minuciosa. Por ejemplo, recordar tu número de celular.
El filtro está dotado de inteligencia y se adapta a la importancia que revise el mensaje de la persona.
Por otro lado, la memoria a largo plazo es el repertorio de la experiencia en función de los significados y las comprensiones acumuladas y nos brinda el juicio de que algo es irrelevante o útil, por ejemplo, recordar cómo iba vestida tu madre en tu fiesta de promoción.

Todo lo que llega a la conciencia llega preseleccionado, codificado y empaquetados, en un proceso que solo perdura una fracción de segundo. Si la cantidad de información es desproporcionada, la conciencia termina bloqueándose y ocurre la ansiedad. Los recursos de la distorsión se hallan completamente fuera de la conciencia.

La experiencia de cada momento es única e irrepetible. Los paquetes de datos organizados que dan sentido a nuestras experiencias son los esquemas, que son los ladrillos que construyen el edifico de la cognición. Los esquemas son las reglas y categorías que dan un orden y sentido coherente a la experiencia bruta. En la medida que aprendemos nuestros esquemas van transformándose. Los esquemas también pueden ser revisados, en cuyo caso nuestro conocimiento aumenta. La activación de un esquema estimula también otros esquemas relacionados con él y configura el contenido de la memoria a largo plazo de una persona. En otras palabras, los esquemas son el armazón que sustenta la interpretación de los acontecimientos, seleccionan qué percibir y qué ignorar. Cuando las emociones activan los esquemas, les confieren un poder especial. Las emociones y pensamiento forman parte del mismo proceso. El pensamiento despierta emociones y éstos a su vez orientan a los pensamientos.
Cuanto más ansiosa es una persona, mayor será el número de esquemas asociados a una sensación de amenaza, peligro o rechazo. Y cuantos más esquemas de temor se activen, mayor tendencia habrá que recurrir a maniobras evasivas para tratar de mitigar la ansiedad. Entre algunas formas mencionaremos más adelante a los mecanismos de defensa, descritas por el psicoanalista Sigmund Freud.

¿Cómo se construye el “yo”?

La “construcción del yo” es un proceso muy lento que se inicia en la infancia y es muy probable que constituya el conjunto más esencial de esquemas de que dispone nuestra mente. Sus orígenes se remontan a las diferentes tempranas interacciones que sostuvimos con nuestros padres y siguieron su curso con personas y acontecimientos significativos de la vida. Los padres poco afectuosos, los hermanos rivales y los compañeros hostiles pueden contribuir a disminuir la autoestima, mientras que las experiencias positivas con esas mismas personas pueden incrementarla.  Un esquema sano del yo, permite reducir la ansiedad provocado por cualquier amenaza a la imagen de uno mismo recurriendo a ciertas estrategias mentales. Los diferentes estadios vitales van sedimentando en nosotros una serie de yos superpuestos que pueden ser coherentes entre sí. La ternura refuerza al “yo bueno”, el sujeto se siente bueno y amado. Según Sullivan el “tópico fundamental acerca del yo” depende de la forma en que se desarrolla el “yo bueno”, el que nos gusta creer que somos. El “yo malo” este ligado a las experiencias de diferentes grados de desaprobación, ansiedad, culpabilidad y vergüenza de ser desobediente. El “no yo” tiene que ver con “emociones misteriosas”, sentimientos de terror y pánico tan intensos que desarticulan toda posibilidad de comprender siquiera lo que está ocurriendo. Una vez que una emoción intensa se apodera de la mente, expulsa fuera de la conciencia la causa que la originó. Sulllivan afirma que los sucesos que dan forma al “no yo” son el fruto de una ansiedad tan intensa y tan repentina que resulta imposible estar seguro ante las circunstancias que se apoderan de la experiencia.
El sistema del yo se organiza para evitar o reducir la ansiedad real o imaginativa que suelen acompañar las experiencias imprevistas desagradables.

¿Qué otras formas existen de auto engañarnos?

Utilizar los mecanismos de defensa son esencialmente formas en que desviamos nuestra atención para eludir el dolor, auto engañarnos y los cuales recurrimos cotidianamente. Estos sesgos perceptuales pueden tener lugar desde el primer milisegundo en que el estímulo impacta nuestros sentidos hasta la rememoración de un recuerdo muy remoto.
Detallaremos algunos mecanismos de defensa:

La represión consiste en rechazar y mantener alejados de lo consciente a determinados elementos, con el fin de evitar el sufrimiento psicológico (traumas, ideas intolerables, sentimientos insoportables, ansiedad, culpa, vergüenza). La represión es la laguna mental por excelencia. Es como un trueque en que entregamos parte de nuestra atención a cambio de un alivio de la ansiedad…enmudeciendo nuestras emociones.
La consecuencia inevitable de la represión es la repetición, porque las experiencias dolorosas que no terminamos de afrontar tienden a repetirse. Pero no nos damos cuenta de que estamos repitiendo porque las lagunas nos impiden tomar conciencia de ello. Así pues, comenzamos olvidándonos de que hemos hecho algo y luego no nos percatamos de que estamos volviéndolo a hacer. El simple olvido no es más que una de las múltiples estrategias de distorsión de las que se sirve la mente.

Otro mecanismo es la “negación”, el cual consiste en el rechazo de aceptar las cosas tal como son, reorganiza de manera diferente la realidad para ocultar nuestra auténtica intención. Un ejemplo común es cuando te han dado el resultado de una terrible enfermedad o ante el fallecimiento de un ser querido.

Por otro lado, el mecanismo de defensa “formación reactiva o inversión”, aquí el hecho no solo es negado, sino que termina transformándose en su opuesto (un te odio se convierte en un te amo), es una forma de legalizar los impulsos inaceptables. Por ejemplo, el impulso hacia el desorden se convierte en una pulcritud desmesurada o el enojo se convierte en una excesiva cortesía.

La “proyección”, “lo interno se vierte al exterior”. Cuando nuestros sentimientos resultan demasiado difíciles de manejar, nuestra mente puede tratar de despojarse de ellos. Y una de las estrategias para lograrlo consiste en creer que no nos pertenecen. Esos sentimientos han sido proyectados en otra persona, la parte del yo enajenada se nos presenta como algo completamente externo, aunque sin embargo siempre mantiene una extraña semejanza con el sentimiento original alienado. Por ejemplo: tenemos un pensamiento crítico de los demás, y solemos pensar que son los otros los que nos miran juzgando.

La “racionalización” es una de las estrategias defensivas más frecuentes, permite la negación de nuestros verdaderos motivos ocultando los impulsos inaceptables bajo el barniz de la razón. Es una especial destreza para elaborar justificaciones y encontrar excusas convincentes. Por ejemplo, lo que ocurre con la mujer maltratada, justifica el comportamiento de maltrato de su marido con frases como “estuvo enojado” u otorgándose culpa por lo que hizo.

Desplazamiento, el impulso se dirige hacia cualquier otro objeto (aceptable o no). Ejemplo, haber recibido una llamada de atención en el trabajo, desplazo mi cólera riñendo a mis hijos de forma exagerada.

En conclusión, a mayor grado de angustia y sufrimiento se desencadenarán tres premisas: La mente puede protegerse de la ansiedad disminuyendo la conciencia, este mecanismo origina un punto ciego, una zona en que somos proclives a bloquear nuestra atención y auto engañarnos y esos puntos ciegos tienen lugar en cada uno de los niveles de organización de la conducta, desde el psicológico hasta el social.

Pues para enfrentar la ansiedad, en palabras de Lifton, comparto la idea del “coping”, el cual el ser humano tendría que utilizar estrategias internas disponibles para hacer frente a las situaciones minimizando el coste psicológico, en otras palabras, una serie de operaciones cognitivas capaces de aliviar la activación de la ansiedad, modificando nuestra reacción en vez de tratar de cambiar el evento estresante.

He aquí, la difícil labor del psicólogo, que el cliente se de cuenta de las diferentes formas de auto engañarse, genere ese “despertar”, ya que resulta difícil cambiar lo que ni siquiera puede ver.  
¿Y tú, cómo te autoengañas?

Referencias bibliográficas:
Goleman, D. (1997). El Punto Ciego (pp. 41 -179). España: A&M Gráfic.